Un viejecito, ateo e incrédulo, fue a visitar a un Sacerdote. Quería que le ayudase a resolver sus dudas de fe. No lograba convencerse de que Jesús de Nazaret hubiera resucitado. Buscaba pruebas. Cuando entró en casa de/ sacerdote, estaba ya alguien hablando con él
Al maestro le preguntaron: “¿Y quién fu vuestro maestro?” Él respondió: “Un perro. Lo vi al borde de un estanque que agua clara; jadeaba de sed y no se atrevía a beber...
Érase una vez, en la Europa de los tiempos oscuros y difíciles, un abad de un monasterio que era muy amigo del rabino de una sinagoga local. Unas veces el rabino acudía a desahogarse con el abad, el cual le infundía ánimos; otras veces, por el contrario, era el abad quien visitaba a su amigo el rabino para exponerle sus dificultades, y éste le confortaba.
El popular cantor, Garth Brooks, tiene una canción: "Oraciones no contestadas"; en ella nos habla de un amor perdido...
Una pareja de amantes vivía en un pequeño pueblo a la orilla de un río.
Cada noche salían de sus casas en la oscuridad para verse y estar juntos, y regresaban al rayar el alba...