La fiesta de la Epifanía, mucho más conocida como la fiesta de los Reyes Magos,es como un mosaico de muchos colores y figuras. Podemos escoger en dónde fijarnos.

El mensaje central, para volver siempre a él cuando nuestra mirada se fije en otros detalles, es la manifestación que Dios hace a todos los pueblos de su gloria, velada y revelada en el pequeño niño del pesebre.

La tradición cristiana nos habla de tres Reyes Magos.
San Mateo no especifica cuántos eran. Nos habla de "unos Magos", no menciona que fueran reyes. La palabra "magos" aparece en otras traducciones como "sabios".

Estos personajes representan para Mateo a todas las naciones y pueblos que van a reconocer a Jesús como Mesías Su propio pueblo lo rechazará, pero todas las personas de buena voluntad que buscan con corazón abierto la verdad lo reconocerán como Buena Noticia.

En el relato evangélico, los sabios llegan a Jerusalén preguntando por el recién nacido Rey de los judíos. Han
llegado hasta allí siguiendo una estrella que ha sido para ellos señal y guía. La pregunta de los sabios sobresalta a
Herodes y a toda la ciudad. Consultan a sus propios sabios.

El Mesías debe nacer en el pequeño pueblo de Belén, cerca de Jerusalén.La consulta humana no los lleva donde el Mesías.Pero de alguna manera les confirma que sus pasos no han estado desencaminados.Dejando a Herodes, vuelven a ponerse en camino y una vez más la estrella que los guiaba se les aparece.

Dice Mateo que al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Para los que salen de sí mismos, las señales no solamente hablan al entendimiento, sino que comunican directamente con el corazón. Los sabios se han dejado llevar. Dócilmente encaminaron sus pasos por la ruta de la estrella. Esta docilidad es premiada. Su búsqueda termina a los pies de María en el pesebre. Allí abren sus cofres y sus corazones. Una nueva alegría culmina la provocada por la estrella. La señal deja paso a Aquel a quien apuntaba.

Nuestros hermanos, los sabios del Oriente, nos hacen hoy una invitación a caminar también nosotros por la ruta de nuestras estrellas. "Estrellas" son personas, acontecimientos, lugares, que de pronto se iluminan por dentro con la manifestación del Espíritu. Consultemos nuestro corazón. La alegría que provocan las estrellas nos
confirmará en el camino.

Escrito por: P. Alberto García Sánchez, S.J.